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Como en anteriores consejos de Brinzal, queremos compartiros algunas ideas para mejorar la vida de las aves de nuestro propio entorno:
¿Qué pasa con los gorriones, mirlos y demás aves urbanas durante un confinamiento? ¿Nos necesitan estas aves para obtener alimento?.
Desde Brinzal, queremos recordaros que las aves silvestres no son dependientes en absoluto de la comida que nosotros les proporcionamos. Hacen uso de este recurso abundante de forma oportunista. Sobre todo, en invierno, resulta beneficioso para ellos si les ayudamos a pasar los rigores del frío con algo de comida que les aporte grasas, como pipas (crudas y sin sal, por supuesto), cacahuetes o incluso manteca de cerdo. Es muy positivo para los gorriones volver a cazar pequeños insectos ¡muchísimo más nutritivos que los restos de paella de un bar o las migas de pan!
Hace unos meses, un estudio realizado con gorriones de medios urbanos en comparación con los de medios rurales demostraba que los gorriones urbanitas son entre un 5-10% más pequeños que los que llevan una vida más “salvaje” pero, por el contrario, los más jóvenes tienen más grasa que sus con específicos rurales. Esto sugiere que los gorriones de ciudad llevan una dieta mucho más grasienta y menos saludable que los que viven en otros ambientes, igual que nos ocurriría a nosotros si nos alimentáramos todos los días de comida basura. ¿Pensáis ahora que nos necesitan para comer?
Podríamos ayudarles promoviendo el uso de plantas autóctonas en nuestros parques, jardines incluso en nuestros balcones, patios o terrazas. Plantas que atraen insectos beneficiosos, con importantes funciones en los ecosistemas que a la vez son presas saludables de muchas de nuestras aves más queridas.
Recomendación ofrecida por Brinzal, Centro de Recuperación de Rapaces Nocturnas. http://brinzal.org/