El buitre Leonado (Gyps Fulvus) es una de las mayores aves rapaces del Viejo Mundo. Es un ave diurna y carroñera de color pardo con una longitud que alcanza un metro y una envergadura que supera los 2,8 metros. Es un ave fácil de reconocer: su rasgo principal es su cuello "pelado", recubierto de un fino plumón blancuzco en su base.
Su vista es magnífica y les ayuda a descubrir a grandes distancias animales muertos sobre los que se lanzan en picado. Es habitual ver varios buitres haciendo amplios círculos y depositándose junto al cadáver. Su pico tiene forma de gancho, lo que les permite arrancar largas tiras de carne fácilmente. Por lo general, es una especie silenciosa. Los únicos sonidos que emiten son un "ca-ca-ca-ca" cuando reclama la carroña, además de pequeños bufidos y silbidos.
El buitre leonado es un ave planeadora más que voladora, apenas mueve las alas. Aprovechan las corrientes de aire caliente para ascender volando en círculos. Se mueven entre alturas de 1.800 a 3.500 metros y es capaz de recorrer hasta 300 kilómetros en busca de comida. Se suelen encontrar en parajes solitarios, acantilados o grandes rocas donde hacen sus nidos al abrigo de una repisa.
El buitre leonado es un ave protegida en varios países. En tiempos pasados, los ganaderos mataban a los buitres por considerarles aves de mal agüero. En España, la recuperación de esta especie es un ejemplo de gran éxito de conservación: de unas 7.000 parejas que había en 1980 se ha pasado a aproximadamente 25.000 en 2012.
Las Hoces del Río Duratón, el Cañón del Río Lobos o el Parque Nacional de Monfragüe son algunos parajes naturales donde viven importantes colonias de buitres leonados. Sin salir de Madrid, un lugar donde disfrutar de estos majestuosos animales es el Zoo Aquarium de Madrid y Faunia, donde la exhibición de aves rapaces hará disfrutar a niños y mayores.