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La migración del ñu es uno de los espectáculos más grandiosos de la fauna salvaje. Más de un millón y medio de ejemplares participan en estos espectaculares desplazamientos en el continente africano en busca de tierras con pastos más verdes.
Cada año, los primeros días del mes de junio, interminables riadas de ñus se mueven en manadas hacia los pastos frescos del Lago Victoria o del cráter del Ngorongoro, donde pasan cinco o seis meses antes de volver a sus lugares de origen. Su viaje lo comparten con otros antílopes y cebras, con las que colaboran a la hora de protegerse de las hienas, su principal enemigo. Depredadores como los leones, los guepardos o los licaones son otros animales que esperan estas migraciones para darse un festín.
El ñu es uno de los antílopes más llamativos que existen. Su apariencia es amenazante: gran cabeza, melena enmarañada, barba puntiaguda y cuernos curvos y afilados. Los ñus pueden alcanzar 2,5 metros de altura y pesar unos 275 kilos. Su hábitat natural se extiende por las llanuras y bosques de Serengueti, en Tanzania y Kenia.
Entre los ñus, existe la especie de cola blanca (Connochaetes gnou) que vive en zonas muy localizadas de Sudáfrica y que está al borde de la extinción. Este animal se diferencia de otras especies de ñus por su larga cola de pelo blanco, similar a la de un caballo. Su aspecto es muy peculiar y da la impresión de que está enfadado a pesar de no tener mal genio. Son animales curiosos y muy rápidos a los que les encanta saltar y cocear al aire sin motivo aparente. En el Zoo Aquarium de Madrid ver a estos animales muy de cerca.