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Seguramente, todos los que hayáis visto comer a un panda gigante alguna vez, os habréis sorprendido con la increíble destreza que muestran manipulando las cañas de bambú. Esta habilidad la consiguen gracias al famoso “pulgar del panda”, que es el fruto de un proceso evolutivo muy peculiar.
El pulgar, en realidad, no es un dedo oponible como el nuestro, sino una prolongación excesiva de uno de los huesos que forman la muñeca (el sesamoideo radial). Por ello se le denomina falso pulgar o pseudo-pulgar. Para que lo podáis ver de cerca os enseñamos unas fotos de la mano derecha de Bing Xing. La flecha roja señala el pseudo-pulgar que, como podéis comprobar, actúa como si fuera un “sexto dedo” oponible a los cinco dedos verdaderos. Esta adaptación exclusiva les permite agarrar las cañas de bambú cuando cierran la mano, colocándolas en el surco que queda entre el pseudo-pulgar y los verdaderos dedos.
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