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Ya os hemos hablado en otras ocasiones de los entrenamientos médicos como una forma de acceder a los animales y contar con su colaboración para realizar tratamientos, sin tener que utilizar medios que les puedan producir estrés o sean invasivos, como la anestesia.
Con estos entrenamientos médicos se consigue poner un colirio o extraer sangre de una forma sencilla, logrando que los animales asimilen esos procedimientos como parte de su vida cotidiana.
¿Imagináis cómo se le puede hacer un análisis de sangre a un elefante? Difícil, ¿verdad? Gracias a estos entrenamientos, los elefantes se dejan hacer análisis, revisar las patas, o incluso, hacerles la pedicura.
Sí, sí ¡la pedicura! Os contamos por qué hay que hacerles este tratamiento de “belleza”.
Como sabéis, los elefantes son los mamíferos terrestres que más pesan, ya que pueden llegar alcanzar los 4.500 kilos. A consecuencia de este gran peso que soportan, en ocasiones tienen problemas en los pies, es decir, tienen callosidades, uñas que se clavan, pieles muertas, etc. Estos problemas, si no se atienden como es debido, pueden producirles infecciones o problemas de apoyo.
En el Zoo, como no queremos que tengan esas complicaciones, les hacemos la pedicura tres veces en semana. Estas sesiones nos recuerdan totalmente a cualquier cita con el podólogo, la única diferencia es que con los elefantes se utiliza un instrumental diferente: limas gigantes, gubias, escofinas o formones están en el maletín de los cuidadores que les atienden.
Además, cada vez que se les realiza la pedicura, los cuidadores aprovechan a entrenar la extracción de sangre. Simulan un pinchacito en la oreja para que cuando llegue el momento en el que los veterinarios tengan que hacerlo, no pongan ningún problema.
En este vídeo podréis ver cómo como son estas visitas del “podólogo”.