Tapir amazónico

Resulta aparentemente raro, pero este animal es pariente lejano de especies como el rinoceronte o el caballo.

Presenta, por ejemplo, una delgada cresta muscular a modo de crin, de la frente a los hombros, que le ayuda, además, a protegerse de los mordiscos de sus depredadores. Es un mamífero robusto, de cuello grueso, aspecto cilíndrico y pelaje corto color canela que le permite pasar inadvertido en la selva umbrosa.

El bosque tropical y subtropical, entre los 200 y los 1.500 de altitud, es su hábitat natural (Colombia, Venezuela, Paraguay, norte de Argentina). Los sentidos más desarrollados del tapir amazónico son el oído y el olfato. Aunque su principal enemigo es el jaguar, la caza y la destrucción de su entorno es lo que le ha puesto en situación de vulnerabilidad.

El tapir amazónico lleva una vida solitaria y nocturna. Pese a su tamaño, resulta difícil contemplarle en su territorio, que marca con orina cuando se va de caminata. Suele vivir cerca de los cursos de agua, donde la vegetación es más tierna. Se alimenta de hojas, ramas, brotes, gramíneas y frutos.

La hembra tiene un período de gestación de 13 meses y alcanza la madurez sexual con 2-3 años.