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El león marino de la Patagonia pertenece al Orden Carnivora, a la familia de los pinnipedos. Una familia que ha sido capaz de adaptarse para explotar el medio marino, y que incluso son capaces de dormir en el agua.
Entre las características de esta especie están su forma hidrodinámica y extremidades, convertidas en aletas. Además, poseen pelo y una gruesa capa de grasa que les ayuda a regular la temperatura corporal. Son animales que tienen dimorfismo sexual, ya que los machos tienen un tamaño mayor que las hembras.
A diferencia de las focas, poseen orejas y su inserción del fémur a la cadera es diferente, por lo que los leones marinos pueden desplazarse a cuatro patas, en cuadrupedia, mientras que las focas se desplazan reptando. La forma de natación también es diferente, ya que las focas se impulsan con aletas traseras mientras que los leones marinos lo hacen con las delanteras. Además, las focas tienen uñas tanto en extremidades posteriores como en anteriores, mientras que los leones marinos solo tienen en las posteriores.
Aunque puede pasar grandes temporadas en el mar, en la época de reproducción regresa a tierra para aparearse y dar a luz a sus crías. La organización social, en esta época del año está basada en harenes (un macho, varias hembras).
Los machos luchan por su territorio: el león marino mas fuerte protegerá al grupo de hembras y a sus crías del territorio obtenido, defendiéndolas de depredadores y de otros machos competidores. En cuanto a las crías, una vez que nacen su crecimiento es rápido (en dos meses ya están adentrándose en el mar).