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Fue bautizado con el nombre de su descubridor, el misionero y naturalista francés Armand David. El nombre chino (Su-Puh-Siang, “ninguno de los cuatro”) remite a su parecido con otros animales. Y es que en la antigua China se le tenía casi por un animal mítico, fruto de la fusión entre ciervo, camello o caballo, vaca y asno.
Descubierto en 1865, debe su supervivencia a los parques zoológicos. Todos los ejemplares de esta especie proceden del grupo que el duque de Bedford consiguió mantener en su parque privado de Woburn Abbey. Alrededor de una veintena de individuos que se fueron reproduciendo con toda normalidad en Inglaterra.
El Ciervo del Padre David es una especie gregaria que, en época de celo, berrea y forma un harén, aparte de volverse muy territorial.
Las astas que solamente poseen los machos presentan una forma muy curiosa con respecto al resto de los ciervos: parecen estar colocadas al revés y con las puntas hacia atrás. Las hembras dan a luz dos crías, por lo general.