Lémur de cola anillada

Por sus anillos negros y blancos en la cola le conoceréis: no en vano, el Lémur de cola anillada es el más famoso de su especie.

Pariente cercano de los monos (prosimio), pertenece sin embargo a una escala anterior a estos.

Mamífero cuadrúpedo de hocico alargado, posee manos y pies con pulgar oponible. Sus miembros posteriores son más largos que los anteriores y finalizan en pies grandes con dedos diferenciados.

Adaptados a la vida arbórea, son capaces de agarrarse sin problemas a las ramas, así como de saltar hasta dos metros de altura.

Endémico del sur y sudoeste de Madagascar, es uno de los mejores embajadores de la sorprendente isla.

Joven o adulto, al Lémur de cola anillada le gusta apretujar su cuerpo contra el de otros.

Comparte el área de campeo, tanto por el suelo como por las ramas de los árboles: los grupos están compuestos por 15 e incluso 25 individuos. Solo hay un macho en cada familia, el único con el que ellas tienen su descendencia. Después de 160 días de gestación, la hembra tiene un recién nacido que se le agarra al vientre, para una semana después subírsele a la espalda. Cría y madre mantendrán sus cabezas en contacto hasta que la primera alcance la independencia.

Frugívoros oportunistas, los lémures se alimentan de fruta y hojas, aunque se les ha visto comiendo tierra, larvas de insecto y artrópodos.