Tortuga carey

La Tortuga Carey es una tortuga marina que se distribuye en zonas tropicales, así como en aguas subtropicales del Atlántico, Índico y Pacífico. Es un animal muy viajero, capaz de nidificar en al menos 70 países del mundo. Una de sus características principales es su caparazón, formado por placas superpuestas y bordes aserrados cuyo atractivo dibujo lo convierten en material deseado para la fabricación de diferentes objetos. Este caparazón, en el que predominan los colores negros y marrones jaspeados en forma radial (con bandas claras y oscuras) protege su cuerpo plano, similar al de otras tortugas marinas. Posee extremidades en forma de aletas que finalizan en dos garras, así como un pico afilado y curvo como una mandíbula superior prominente.

Las tortugas carey son de costumbres diurnas y realizan complejas rutas migratorias. Suelen recorrer en solitario los arrecifes y zonas de la plataforma continental, pasando por diferentes hábitats, en busca de alimento. Depredadora oportunista, su dieta está basada en la captura de esponjas. Las hembras alcanzan la madurez sexual a los tres años y es entonces cuando se aparean en aguas cercanas a la orilla. La incubación dura 60 días. Pueden llegar a realizar más de una puesta en período de cría, pese a que luego tarden en volver a reproducirse (de dos a siete años, incluso). Las puestas son de entre 100 y 140 huevos. Su expectativa de vida alcanza los 50 años.